Dan ganas de coger uno de cada sabor y pasarse comiendo helado las 24 horas. Sólo por su nombre “Yoomoo” sabemos que nos encontramos ante un producto singular, divertido y, sobre todo, muy muy atractivo.

La marca británica Froyo nace en 2010, con ansias de exportación al resto de Europa y a Estados Unidos. Su bandera identificativa se podría resumir en una palabra: sabor. La empresa lanza Yoomoo en la primavera de 2012 y ya ha vendido 2,4 millones de helados.

La agencia Bulletproof creó esta delicia de packaging basándose en ilustraciones infantiles, estampados retro y colores puros, sellados por su imagen principal de vaca guiñando un ojo, al puro estilo emoticono.

La tipografía “rounded”, mezclada con un branding muy peculiar de su línea de productos (strawbmoo para fresa, o chocmoo para el chocolate), los colores, formas y disposición de elementos, convierten a esta marca en uno de los mejores diseños de packaging que he visto últimamente.

Según Amanda Gestetner, fundadora de Yofro “el tono de nuestra marca es atractivo y alegre, y a través de ella, resaltamos la herencia británica con las personalidades moo”.

Además, Yoomoo no utiliza colorantes artificiales, ni estimulantes del sabor, ni conservantes, y todos sus ingredientes son naturales y procedentes de granjas británicas.